El 11 de noviembre a las 22.30 se estrenará en Fuera de Campo La noche está marchándose ya (Gong Cine, Punto de Fuga Cine). Filmada en el Cineclub Municipal, la película de Ramiro Sonzini y Ezequiel Salinas es una carta de amor al espacio en el que fue concebida.
La historia sigue a Pelu, un proyectorista treintañero que, tras ser despedido, acepta convertirse en sereno nocturno del cine. Sin hogar y con un salario precario, termina viviendo clandestinamente en la sala, acompañado por las películas que proyecta cada noche.

Poco a poco, forma una pequeña comunidad con un grupo de “naranjitas” que buscan refugio y con Vale, una excompañera que utiliza el espacio para grabar videos de OnlyFans. La crisis económica que atraviesa el cine y sus personajes se vuelve reflejo de un país en tensión.

Realizada con recursos mínimos y un espíritu colectivo, La noche está marchándose ya fue concebida “como una ofrenda” al Cineclub. Una manera de sostener el cine como forma de vida, aun en medio del desconcierto político y económico.
Una ofrenda al Cineclub Municipal
“Unos meses después de la asunción de Milei, cuando todavía pensábamos más en lo que estábamos perdiendo que en cómo reconstruirnos, un llamado nos dio la chance de hacer una película con poco dinero”, describen sus realizadores.
“Para que esos fondos acotados se conviertan en película fue absolutamente necesario que un pequeño grupo de grandes amigos acepte la invitación y se sume a trabajar en condiciones sumamente artesanales, pero con la convicción de que el apego al cine, como forma de vida, es algo que no nos pueden quitar. Nuestra película es una ofrenda para ellos y para nuestro Cineclub Municipal, ese baluarte que nos congrega”.
La película en blanco y negro oscila entre lo real y lo imaginario, entre la penumbra y las luces del proyector. “No es otra película del cine dentro del cine, encerrada en su propia endogamia, porque lo real aparece más bien palpable, no como un referente fantasmático, sino casi como documento”. Esas fueron algunas palabras que escribió Diego Trerótola en la grilla de Fuera de Campo.
“Esta película es nuestra forma de atravesar el presente, de resistirlo como podemos, a los tumbos, con errores y desconcierto, pero procurando estar juntos”. Lo dijeron.
