Vanina Martorilli es directora de casting y tiene más de 30 años de experiencia en la industria audiovisual. Trabajó en proyectos como El Marginal, Graduados, 100 días para enamorarse, Diario de un gigoló, El secreto de la familia Greco, y la próxima serie En el barro, spin off de El Marginal que se estrenará en Netflix el 14 de agosto.
Considerada una referente en detección de talentos, sus inicios estuvieron más ligados a la comunicación, hasta que con CV en mano fue al viejo Canal Trece y empezó con sus primeras producciones audiovisuales.

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Los nombres y apellidos se suceden con cierto vértigo, en una época de intensa producción: Gustavo Bermúdez, Enrique “Quique” Estevanez, Cuatro Cabezas, Raúl Lecouna, Sebastián Borensztein, hasta que que abrió Underground y se quedó allí, para desarrollar la mayor parte de su carrera.
La historia de su pasión por este trabajo comenzó gracias a padres, que le inculcaron el amor por la cultura: libros, cine argentino, la televisión, Tato Bores. Ya desde chica supo que no quería sólo ver televisión, quería hacerla.
Ciencias de la Comunicación en la UBA fue el primer paso, y con la apertura de TEA Imagen dio el segundo. La formación no terminó nunca, pero con esa base y en un contexto en el que nacían las primeras productoras independientes de una nueva era dorada de la ficción, allá fue.
“Tuve la fortuna de trabajar con los mejores. Pasaba de un proyecto a otro mientras ascendía de asistente a productora y me formaba en ficción, que es lo que más me gusta hacer”, dice en diálogo con Cineteca.

Pasaron varios éxitos y algunos fracasos (a los que prefiere llamar aprendizajes), y cuando Sebastián Ortega y Pablo Culell formaron Underground tuvo la oportunidad que necesitaba.
Poco a poco, Vanina se fue perfilando hacia el casting, toda una ciencia no exacta y apasionante que hoy desarrolla en un camino propio. “En los sets, leyendo libros, guiones, proponiendo nombres que podrían ser parte de un elenco”, así comenzó todo. Y, de menor a mayor, finalmente se ganó su espacio: “En Graduados me dieron mi primer proyecto”, asegura con cariño para un proyecto que fue revolucionario en la televisión abierta. Y multipremiado, también.
Claves del éxito
Vanina está acostumbrada a ver con mucha satisfacción a algunos de sus “pollitos”, que tiempo después se convierten en celebridades. Tiene el ojo entrenado para descubrirlos, algo que pasó, por ejemplo, con Nico Furtado de El Marginal. También puede ocurrir que se le escape algún actor o alguna actriz, y que luego los vea triunfar en series de colegas.
Es parte del juego: por ahí, alguien que castineó no era para un personaje y sí para otro. Quizás en alguna instancia de trabajo en equipo, alguien suma una opinión sobre el perfil buscado y queda fuera; quizás lo decida el showrunner de la serie. “Son muchos procesos hasta dar con el perfil final”, asegura.
Nada personal
Cómo lidiar con el ego del actor o la actriz, es fundamental. No deben tomar el hecho de no quedar seleccionado como algo personal. “Jamás se lo tienen que tomar así. Es un entrenamiento. Siempre digo que tengan en cuenta que uno busca distintos actores para un perfil, que por ahí no era el que daba para ese rol. Cuando se arma un elenco, construís todo un árbol genealógico. Si se elige este protagonista, se busca este antagonista; a veces no quedan simplemente porque van quedando otros roles antes, que definen los demás”.
“Nunca es personal –insiste–. No hay malos actores, sino actores acordes a los perfiles que se buscan”.
Martorilli agrega que ahora en Argentina se profesionalizó esa búsqueda. “Antes, había cierto nivel de actores que no estaban acostumbrados a hacer castings. Ahora necesitamos hacerlo sí o sí. Porque se piensa internacionalmente también, porque todo es de Argentina para el mundo. Ya no es para la televisión abierta”.
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La hora del autocasting
El autocasting, en el que los actores y actrices deben mandar sus videos con algunas consignas, se ha convertido en la práctica más común. Aunque hay cierta resistencia, es casi la norma. “Todavía cuesta. A los actores les gusta más lo presencial, pero siempre se llega a esa instancia cara a cara”, dice Martorilli.
“Hay que adaptarse, hacer autocasting, o casting virtual dirigido. Para una serie vi 800 castings. Eso no hubiera sido posible de otro modo, como antes, y nos da la posibilidad de conocer a más actores. Está bueno que las instancias previas sean virtuales, porque nos permite llegar a talentos que por ejemplo están en las provincias”.
Talento argentino
Sobre el contexto actual del mundo de la ficción, de escasa producción, ella es optimista pensando a futuro. “Tengo fe: el pueblo argentino es culto. Fijate las últimas producciones de las plataformas: yo me pongo contenta por el éxito de series como El Eternauta. El talento argentino es muy fuerte y vamos a empezar a subir nuevamente”.
También coincide en que las plataformas “están repensándose”. “La pandemia aceleró procesos y por ahí se produjo de más, de distintas calidades”, dice Vanina. Pero todo comienza a equilibrarse.
“¿Un consejo que doy? Que vean todos los productos de los colegas. Hay mucho talento en Argentina, nuestros trabajos son muy respetados afuera”, agrega Marina para poner énfasis en una industria que, aunque ahora sufre, cree que volverá a reactivarse más temprano que tarde.
Perfil de Vanina Martorilli
Es directora de casting, talent producer con 30 años de experiencia en la industria audiovisual. Durante una década se desempeñó como responsable de casting y productora artística en Underground Producciones NBCUniversal TG. En la actualidad se desempeña como directora de casting y capacitadora independiente. También es cofundadora de CazaCasting, agencia que ofrece servicios de casting y producción artística.