El escritor y guionista Pedro Saborido pasó por el festival Pensar con humor en un programa doble: un taller en el Centro Cultural Córdoba y una charla en el Teatro Real.
“Si te obsesionás con una idea y no puede salir, hay un momento en que empezás a sufrir. Y decís: ¿Cuánto tiempo estoy dispuesto a sufrir por una idea? Hay que ponerle un límite. Mejor sacársela de encima o dejarla que descanse”, aseguró Saborido en el taller.

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Un taller muy entretenido, con un par de ejercicios prácticos y ejemplos divertidos: algunos, improvisados, otros de la experiencia en su trayectoria en el humor, junto a Diego Capusotto o en solitario.
El domingo, a las 20, la charla abordó tópicos en relación con la identidad, las contradicciones y tensiones en cada tiempo, el amor, la tensión entre centro y periferia, las pasiones argentinas y los desencuentros.

“Ensayar es fracasar en privado”, fue una de las máximas que ofreció en el taller del sábado. “El talento también sale de la disciplina. Si practican mucho, escriben, en algún momento se les va a ocurrir algo que está bueno, no hay manera. Algo siempre generalmente va a salir bien. Y si escriben 25 cosas y ninguna sirve, igual es materia de estudio”, agregó.
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La relación con las ideas, con la producción, con la inspiración o el esfuerzo, fueron algunos de los temas por los que transitó el taller, en el que puso a escribir a un centenar de personas en el Centro Cultural Córdoba.
“Si vos te obsesionas con una idea y no puede salir, en un momento empezás a sufrir. Hay que decir: ¿Cuánto estoy dispuesto a sufrir por una idea? Hay que ponerle un límite, porque podés sufrir semanas”.
“Es mejor sacártela de encima o dejarla que descanse. Porque todo lo que empieza bien o con un buen motivo se puede convertir en un sufrimiento”, agregó. Dijo que hay que ser tenaz, pero no obsesionado.
“La quiso seducir a Juliana y fue muy tenaz, y la siguió, y fue con unos mariachis a su trabajo, y la llamó cada media hora… termina en una denuncia, claro. ¿Qué es un acoso? Un exceso de tenacidad. Con las ideas, igual: obsesionarse con algo es bueno hasta un momento”, dijo Saborido.
Más adelante dijo que al momento de escribir “no hay que estar pensando todo el tiempo en el resultado. El éxito es un tema de los demás. Uno no tiene por qué andar metiéndose en cosas que no puede manejar. El chiste no se hace en el chiste, sino en la cabeza del que lo ve o escucha. Por eso, a veces la gente se ríe o no: a uno se le armó un chiste y a otro se le armó otro, o ninguno”.